jueves, 20 de marzo de 2014

Self-Reference ENGINE, de Toh EnJoe


Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando de Human After All de Daft Punk (Spotify, Youtube)

La cosa, últimamente, parece que va de libros raros. Primero reseñé Dream London. Luego, Jagannath. Pero la palma se la lleva, sin duda alguna, Self-Reference ENGINE, del japonés Toh EnJoe, recientemente nominada al Premio Philip K. Dick.

Para empezar, ni siquiera está muy claro qué tipo de libro es Self-Reference ENGINE. Claramente no es una novela al uso, porque está compuesto de capítulos que (más o menos) son independientes entre sí. Quizá podríamos decir que es un fix-up o una novela mosaico, puesto que los relatos comparten temas (principalmente ese misterioso y mayúsculo "Evento") y hasta personajes protagonistas (aunque sean calcetines, cajas de metal o grandes colecciones de conocimiento). Pero tampoco es una solución completamente satisfactoria, puesto que no hay una línea argumental clara que los una y, de hecho, el autor propone un orden de lectura alternativo y no lineal (que no he tenido ánimo de probar, confieso). Es posible, pues, que lo mejor sea quedarse con lo que se afirma en el blurb promocional: "Esto no es una novela. Esto no es una colección de relatos. Esto es Self-Reference ENGINE" (lo que no deja de ser apropiadamente auto-referencial). 

Tomemos pues, este libro, como un conjunto (des)ordenado de relatos. La siguiente pregunta sería, ¿de qué van? La respuesta sincera es que no tengo ni puñetera idea. Y sospecho que el autor tampoco. Pero si me apuntaran con una pistola a la cabeza y me obligaran a responder, después de mucho meditarlo diría que Self-Reference ENGINE es un libro sobre la Singularidad. El "Evento" es, claramente, un punto de cambio radical en la Historia causado por la evolución tecnológica de las "grandes colecciones de conocimiento" (giant corpora of knowledge) que es el nombre rimbombante con el que EnJoe bautiza a las IAs todopoderosas, incognoscibles y, muy posiblemente, inexistentes, que podríamos decir que son las protagonistas del libro (a veces por su presencia, a veces por su ausencia). 

Pero el acercamiento de EnJoe a esta singularidad no es totalmente ortodoxo (si es que hay algo ortodoxo con respecto al tratamiento de la Singularidad). El factor de incomprensibilidad, por ejemplo, está presente. También lo están la existencia de una jerarquía de inteligencias (véase el relato Contact) y de conflictos entre ellas (Traveling). Todo ello se ilustra muy claramente con el siguiente párrafo:
The impact on the human side was so slight it was tantamount to zero. Most humans had long since given up trying to keep up with the massive volume of data that went back and forth between the giant corpora of knowledge. Even if they were aware that another trascendent body of knowledge was now known to reside somewhere above and beyond the giant corpora of knowledge, they had little sense of what the differences between these entities might be.
Pero también hay otros elementos que no son habituales cuando se habla de la Singularidad, como la reversibilidad/irreversibilidad de la Historia, las líneas temporales y espaciales alternativas o las paradojas de todo tipo (Bullet es un buen ejemplo de ello). E incluso hay relatos que no tienen nada que ver ni con la Singularidad, ni con el resto de relatos, ni realmente con nada en absoluto (que alguien me explique de qué va lo de Freuds, lo de Bobby Socks o lo de Return). 

El resultado, como podrán imaginar, es muy desigual. Hay muchos fragmentos brillantes (la parte inicial de The A-Z Theory, casi todo Box, algunos párrafos sublimes de Tome) pero también auténticos excesos de surrealismo, sobre todo en la segunda parte del libro. 

No ayuda el hecho de que da la impresión de que se pierden muchas cosas en la traducción. Algunas, por la imposibilidad de capturar todos los matices (el nombre de la protagonista de Tome, por ejemplo, y algunas otras cosas que Alexander Páez comenta en su reseña de este libro). Otras porque el estilo de EnJoe es, como el mismo reconoce, intencionadamente confuso. Y luego hay ciertos ¿errores? en el plano matemático-científico que me desconciertan completamente. EnJoe es físico teórico y no hay duda de que sabe muy bien de lo que habla. No cualquiera conoce la construcción de los ordinales transfinitos a partir del conjunto vacío o puede afirmar, acertadamente, cosas como "It is conventional wisdom that such aperiodic tiling is a kind of universal Turing machine". Pero no sé cómo clasificar frases como ésta:
Making these choices is a process requiring 220 codes, a figure that makes 12 billion look modest.
Incluso con la interpretación americana de "billón" como "mil millones", un billón es varios órdenes de magnitud más grande que 220 (compruébenlo ustedes mismos si no me creen). ¿Cómo intepretar esta afirmación? ¿Es un error de bulto? ¿Una broma? ¿Un fallo de traducción? Hay otros casos, como la horrenda elección de "depicted" en "The same way that rational numbers cannot be depicted on a number line". Y, en general, hay muchos momentos confusos en el libro, que me han obligado a leer y releer páginas enteras sin llegar a comprender del todo el mensaje de EnJoe. Puede ser un efecto buscado, pero reconozco que conmigo ha podido y me ha hecho perder bastante el interés una vez mediado el libro.

Como es fácil deducir, mis sensaciones con Self-Reference ENGINE son agridulces. Su lectura es, indudablemente, una experiencia interesante e intelectualmente de lo más estimulante (sobre todo en la primera parte) y no me arrepiento en absoluto de haberlo leído. De hecho, agradezco sinceramente a Cristina Jurado (quien reseña hoy también el libro y nos ha embarcado a Alexander y a mí en esta aventura de publicar simultáneamente nuestras impresiones sobre el mismo) que me haya puesto tras su pista. Pero también es verdad que pienso que, en conjunto, Self-Reference ENGINE es, por excesivamente ambicioso, un experimento fallido que sólo logra alcanzar parte de sus objetivos y, aun estos, no con total éxito. En algunos momentos, incluso llega a parecer que el propio libro se autodescribe (como no podía ser de otro modo) con uno de sus párrafos:
Many claimed this was all terribly conventional, but looking at the particulars, the entire volume had a symmetrical beginning and ending, and countless other symmetries were skillfully woven into its fabric. It was all about form, not content. 
Se preguntaran ustedes si, después de toda esta diatriba, recomiendo que lean Self-Reference ENGINE. Parafraseando una famosa crítica literaria, la verdad es que me faltan huevos no me atrevo. El libro de EnJoe no es para todos los paladares (ni siquiera tengo claro para qué paladares puede ser). Quizá lo mejor es que, si les pica la curiosidad, prueben a leer The A-Z Theory, tercer capítulo de esta obra y disponible online de forma gratuita. Es una muestra más o menos fiable de lo mejor que tiene para oferecer Self-Reference ENGINE. Y, a partir de ahí, ustedes mismos.  

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo contigo en que le pierde ambición… aunque por otro lado, creo que es debido a quienes lo han incumbrado. No creo que EnJoe lo escribiera con esa intención (esto es una opinión intuitiva y por lo que he leído por ahpi en sus entrevistas). Creo que en su fuero interno se está descojonando ante la atención que la obra ha recibido :-)

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